En los últimos meses, este clásico destino vacacional del
estado de Morelos se ha puesto en la mira del turismo nacional por la
transformación de su famoso balneario en un parque más de la cadena Six Flags,
hoy por hoy un parque acuático cobijado por la marca que transformó en su
tiempo al también famoso Reino Aventura de la Ciudad de México.
Pero desde antes Oaxtepec era Oaxtepec, poblado que
conocí gracias a que el papá de un amigo tenía ahí una casa a medio construir y
nos la prestó repetidas veces para pasar con amigos divertidas veladas de fin
de semana.
Además de copear sin culpa, ya que ahí mismo desayunábamos,
comíamos y dormíamos, podíamos disfrutar de los árboles del jardín y, en
ocasiones, de la alberca, con mayor o menor concurrencia de amigos según fuera
el caso.
Varias veces regresamos a Oaxtepec. Lo conveniente de tener un lugar donde pasar la noche convirtió este lugar en un destino recurrente por espacio de un par de años, el cual muchas veces usábamos como punto de partida para conocer otros destinos cercanos del estado de Morelos, hacer nuevas amistades y hasta conocer algunas chavas (caso concreto el de Gina, la guapa chica de la ombliguerita blanca a quien llegué a visitar en dos ocasiones sucesivas).
Varias veces regresamos a Oaxtepec. Lo conveniente de tener un lugar donde pasar la noche convirtió este lugar en un destino recurrente por espacio de un par de años, el cual muchas veces usábamos como punto de partida para conocer otros destinos cercanos del estado de Morelos, hacer nuevas amistades y hasta conocer algunas chavas (caso concreto el de Gina, la guapa chica de la ombliguerita blanca a quien llegué a visitar en dos ocasiones sucesivas).
Además del parque acuático, Oaxtepec era famoso por el
balneario familiar del ISSSTE, el cual conocí bastante bien al recorrerlo a pie
durante quince minutos buscando un lugar donde me dijeron que podía sacar
fotocopias. Lugar al cual llegué… solo para enterarme que las copias debían ser
pagadas previamente en el Auditorio, ubicado a quince minutos de ahí,
prácticamente en el lugar de donde había partido… ¡en fin!
El caso es que, además de las albercas, resulta agradable
quedarse a dormir ahí, disfrutar un rico atardecer con ese rico calorcito propio
del estado de Morelos y por la noche escuchar el intenso zumbido de las
chicharras, pequeños insectos que literalmente cantan hasta morir.
Además de todo, cerca de Oaxtepec se encuentra Cuautla,
otra ciudad balneario de Morelos cuyo principal atractivo es, precisamente, el
de sus albercas y una que otra taquería para disfrutar taquitos de canasta o al
pastor.
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