martes, 18 de septiembre de 2018

ID A HIDALGO... VALE LA PENA


He decidido juntar en un solo post cuatro paseos de fin de semana que hice al estado de Hidalgo, a fin de abarcar de un vistazo mucho de lo que se puede visitar en este lugar. En casi todos los casos, llegué directamente a Pachuca, donde nunca me detuve demasiado tiempo salvo para admirar su maravilloso reloj monumental.

El corredor de montaña es la primera gran sorpresa que ofrece Hidalgo, ya que a sus bosques y formaciones rocosas se les suman tres poblados que vale la pena visitar con calma: Mineral del Chico, Real del Monte y Huasca de Ocampo. El primero, es un pintoresco pueblito enmarcado por un frondoso bosque de coníferas; el segundo, un pueblecito minero con un ligero aire inglés donde se pueden comer algunos de los mejores pastes del estado; y el tercero, es la puerta de entrada a dos importantes haciendas, la de San Miguel Regla y la de Santa María Regla, además de ubicarse muy cerca de los impresionantes prismas basálticos.

En lo particular, pude quedarme una noche en San Miguel Regla y es una bonita experiencia ya que conlleva amanecer en medio del bosque, si bien su alberca, no climatizada, es un témpano de hielo a la que no dan ganas de meterse, ni siquiera al medio día. En contraste, se come rico, tiene jardines muy bien cuidados, un pequeño lago y una agradable familia de patos.

Y bueno, fuera de la ruta de montaña, está la importante zona arqueológica de Tula, capital de la cultura Tolteca y famosa por sus icónicos Atlantes. El entorno no es especialmente atractivo, pero solo por visitar el sitio merece la pena darse la vuelta, especialmente para ir a comer.

Reservaré para más adelante una visita a la Huasteca Hidalguense y a las Grutas de Tolantongo para tener una visión más completa de este pequeño pero no por ello menos interesante estado de la República Mexicana. Y esta vez, sacaré fotos y video.

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