Aunque no me tocó vivir el glamour del Acapulco de los
40s, 50s y 60s, lo cierto es que hasta bien entrada la década de los 90s, el
Puerto mantuvo viva esa imagen de destino incluyente y sofisticado, que lo
mismo recibía a grandes artistas que a familias chilangas y grupos de amigos
provenientes de toda la República.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMxIE7YTjNcTDPddCldhLGext4zellss1yUTn3LtmbREEE9DncNlsNIUeTIvl2dChY5-nY62_RAzlD13-sLVD20S-LJGLLkZBs-Swiex2GPCxrUKRpvqsCspXTL-UsiEM9YJhVG6IcrLM/s320/aca.jpg)
Conocí, además, las dos facetas del viaje al Acapulco de
aquella época: la de recorrerlo con amigos y la de visitarlo en plan familiar.
El viaje familiar fue especialmente tranquilo, muy
relajado diría yo, si bien en las noches llegué a darme un par de escapadas a
la discoteca más cercana al hotel, con la idea de conocer tal vez a alguna
linda niña.
Esto ocurría años antes de que la música electrónica,
para bien o para mal, te permitiera bailar sin pareja sin ser mal visto por
ello. Y lo menciono porque este detalle marcó un antes y un después a la hora
de conocer a alguien en un lugar de baile.
En pocas palabras, antes era casi una consecuencia el
bailar con la chica a la que le echabas el ojo si tan solo te decidías a
acercarte para invitarla.
La discoteca, ubicada sobre la Costera Miguel Alemán, se
llamaba Le Dome y si bien no era la mejor del Puerto, estaba al menos bien
ubicada, era accesible (estábamos aún en la era de Salinas de Gortari, cuando
el dólar no rebasaba los tres pesos) y tenía bastante buen ambiente.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyepVisz5nShWQDTACPAQNaKfnKOzA9SafPgDq7KH5-YvpdDnjBPWNlNKvPgM_YgcovSbz6Es6gfjEfM99qg4KEPp3NcgJINEFjZLFi6XmtOLlsFY89WggJ1SjBiBGyYhD4RoyzVDTE6I/s320/acapulco4.jpg)
Acordándome de ello, recuerdo que mi papá solía
platicarme del Acapulco más rústico, el de los 40s, en el que los grandes
hoteles eran prácticamente escasos y predominaban los lotes baldíos llenos de
selva local.
Previo a la cena de año nuevo (era diciembre y el clima
no podía ser más delicioso con sus 29 grados casi permanentes) disfruté una
rica caminata en la playa bañada por la lluvia, un peculiar chaparrón de agua
caliente, la sensación más cercana a la de disfrutar una ducha en movimiento.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMJimWm8UoIvEZTPT6WaVqUaeSjIfbM2ZjDWH-KaecnXdZ_gxd2egIgHctjgL7d-bSozLcpd9ud-a6OeRhsOssvSaevFOepDoUZWCXVmMjPV-w9G18Q5Uf0g-mkkEHYUxrEIoU1fxF-HQ/s320/acapulco2.jpg)
Pocos meses separaron este viaje a aquel que hice con dos
amigos de la universidad, en el cual nos hospedamos en una casa prestada que
tenía su cocina y su alberca.
Nos fuimos por carretera escuchando cualquier
cantidad de cassettes y prácticamente dedicamos las vacaciones a descansar, a
tomar el sol y a quemarnos como probablemente nunca volveré a hacerlo. Al grado
de untarnos, por sugerencia de un amigo, claras de huevo en la espalda como
tratamiento casero para las quemaduras.
Y bueno, después de una deliciosa y abundante comida en
un restaurante de la carretera de Barra Vieja (un enorme robalo dividido entre
tres personas), fuimos también a bailar, esta vez al legendario News, que en
aquella época estaba aún en su apogeo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_jN7Lggxgbzpz4nPGJPq4s60b95uK-J_EIPyUlpHoE-Vy_Y-lG-bBukoGtUcpbY04c7rqJIDw1m9ljkwKwl_YbHA67VXTlpWppWvtsJFlSoOm3_xQq4q0J9QfdWbFSCDkKhvsfTgjmjY/s320/acapulco3.jpg)
Regresé en 1995, con otro grupo de amigos muy diferente, pero con las mismas ganas de explorar y divertirnos. Y con muchas anécdotas, por supuesto: picaduras de aguas malas, revolcones de olas, trancazos en los toboganes del CICI y hasta en las motos acuáticas.
Dicen que Acapulco será siempre Acapulco. Yo creo que ya no. Mi última visita, allá por el año 2010, me enfrentó a otro Acapulco, uno degradado, con playas más sucias y una avenida Costera llena de tráfico, contrario a la que yo conocí que podías recorrer a toda velocidad con las ventanas del auto totalmente abiertas para refrescarte con el viento derivado del acelerador.
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